Algunas veces las personas eligen a sus mascotas y otras, pasa al revés. Esta es la historia de la gata Felipa.
Hace más o menos 14 años una gata negra llegó a la Casa de Gobierno y
la adoptó como propia. Las primeras personas que le dieron de comer y
la cuidaron pensaron que era un gato y le pusieron Felipe pero cuando
hubo que darle sus primeras vacunas, ¡descubrieron que era una señorita!
Así que Felipe pasó a ser Felipa.
Algunas personas creen que los gatos negros son de mala suerte,
Felipa sin embargo siempre tuvo mucha suerte. Antes la calle que pasa
frente a la Casa Rosada y que se llama Balcarce, no era peatonal. La
valiente Felipa igual cruzaba entre los autos para irse a tomar sol a la
Plaza de Mayo y todavía conserva esa costumbre.
Por las noches le gusta sentarse en las escaleras de la entrada y
desde ahí observa, firme como un granadero, a la gente que pasa por el
frente de la
Casa de Gobierno, la casa en la que eligió vivir.
Y vos, ¿tenes mascotas?, ¿Cómo llegaron a tu casa?
http://www.chicos.gov.ar/felipa