La ultrabomba, de Mario Lodi y El pueblo que no quería ser gris, de Beatriz Doumerc. Sello Editorial Rompan Filas
En La ultratumba, Palanca, el patrón de una fábrica usa la publicidad para vender bebidas fabricadas con residuos de petróleo y en su ambición por ser más rico, le ofrece al rey crear una ultratumba. “Bien, dijo el rey, pero ¿cómo hacemos para convencer a la gente que haga la guerra por nosotros?”. Para eso, Palanca se hizo jefe de la televisión y en su noticiero todas las noches decía: “es lindo combatir y morir por mí y por el rey”. Construyó la ultrabomba, los aviones, los tanques y fusiles y se los vendió al rey por cien ultramillones.
Pero el piloto que volaba el avión y tenía que tirar la ultrabomba sobre el pueblo desobedeció y así empieza en toda la tierra una historia sin guerra.
El pueblo que no quería ser gris, cuenta la historia de un rey al que no le interesaban las personas y sólo daba órdenes. Un día ordenó que todos pintaran sus casas de gris. Todos lo hicieron menos uno, que vio una paloma roja, azul y blanca y se le ocurrió usar esos colores para pintar su casa y esa idea se fue contagiando entre los vecinos del pueblo y llegó a la comarca cercana. “Y como pueden ustedes imaginar este cuento que acá termina por otro lado vuelve a empezar”.
Prohibidos el 3 de septiembre de 1976 por el decreto N° 1888. Como señala la notificación de Encontel enviada a la editorial:
“De mi mayor consideración: me dirijo a usted a efectos de poner en su conocimiento que, por Resolución N° 437/76 SC, prohibióse la circulación por los servicios postales de la Empresa, de las publicaciones tituladas “La Ultrabomba” y “El pueblo que no quería ser gris”, editadas en la Capital Federal de conformidad con los prescripto en el artículo 1° del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 1888/76. Saluda a usted atentamente. Aldo Colli, Jefe de la Sección Promoción del Departamento de Correos”.
FUENTE: PLAN NACIONAL DE LECTURA